A la búsqueda del llurigón

He leído por internet que en la zona de la Cabrera llaman a las ratas de agua llurigones, me ha gustado el nombre, y me he tomado la libertad de usarlo en el título de esta entrada, por la cercanía de esta comarca con El Bierzo.
Gracias a la amabilidad del personal del Parque de Las Médulas pudimos reunirnos en la recién creada casa del Parque. Allí nos juntamos 16 rateadores, procedentes en su mayoría de Galicia, aunque también de Asturias y León. Nuestro primer punto de muestreo se situaba a orillas del Lago de Carucedo. En él no tardamos en encontar caminos y restos de alimentación que apuntaban hacia ratas de agua, no obstante el lago había subido hacía poco de nivel y la lluvia constante había lavado los excremento y nos costó un poco confirmar que se trataban en su mayoría de ratas de agua. Además pudimos observar que los mismos caminos y letrinas eran usados indistintamente por ratas de agua y topillos, que en la zona no podían ser otra cosa de ratillas agrestes (Microtus agrestis).

letrina con presencia de excrementos de rata de agua y ratilla agreste

Después nos fuimos a la laguna Pinzais, esta es una de las lagunas de origen artificial o ágogas, que al parecer fueron creadas por los romanos como lavadero con el objeto de separar en ellas el oro que se extraía de Las Médulas. La laguna presentaba un hábitat excelente para las ratas de agua y ciertamente no falló. Nada más mirar empezamos a ver indicios, también mezclados con los de ratilla agreste, que se extendían por toda la superficie de la laguna. Además pudimos ver un nido de rata de agua:

rateadores en la Laguna Pinzais

nido de rata de agua en la laguna Pinzais

Después de perdernos por las carreteras que unen los múltiples pueblos de El Bierzo, llegamos al tercer punto de muestreo a orillas del río Sil. A pesar de que el hábitat no era a priori malo, en este lugar no pudimos encontrar indicios de rata de agua. Una vez invertida la media hora de rigor, aunque tarde, pudimos disfrutar de la gastronomía local.

Rio Sil

rateadores disfrutando de la gastronomía berciana